Museo Memoria y Tolerancia
Visitar el museo de Memoria y Tolerancia me emergió en
una profunda reflexión de cómo el hombre ha sido capaz de comer atrocidades
como resultado de la intolerancia de la que todos hemos hecho uso en alguna
ocasión.
Es muy impresionante cómo a través de la memoria podemos
desenmascarar y reflexionar la intolerancia de la humanidad a través del tiempo.
Evidentemente uno de los más grandes de la historia tuvo lugar en Alemania
después de la primera guerra mundial cuando Hitler llegó al poder y decidió exterminar
a todo aquel que no perteneciera a la raza aria porque creía que era la que
debía permanecer, sin comprender que tolerar es precisamente saber y aceptar
que no poseemos la verdad absoluta.
Personalmente fue terrible ver imágenes de cómo los judíos
eran des humanizados uno a uno, privándolos de todo derecho y toda identidad. Como bien lo describe Hume, todos estamos en una especie de igualdad por el simple hecho de
ser seres humanos, pero ese respeto y tolerancia no debe encasillarse solo
entre nosotros, si no la tolerancia también es con los que nos rodean porque
juntos conformamos algo muy importante que es la diversidad, y como parte de ésta debemos ser tolerantes y fomentar el altruismo para lograr
vivir en armonía.
Finalmente podemos resumir que así como la intolerancia
ha provocado tan amargas consecuencias para los seres humanos, la tolerancia,
por el contrario es esencial para la sana convivencia y con ella se puede
lograr la libertad y la justicia.
La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la diversidad, pero practicar la tolerancia no significa tolerar la injusticia social ni renunciar a las convicciones personales.
La tolerancia es una virtud que hace posible la paz y contribuye a sustituir la cultura de guerra por la cultura de paz.
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